Paco Amoroso y Ca7riel: la fineza del trap y el humor para huir del exitoso Tiny Desk

Leí por ahí "el dúo del momento" y tal vez tengan razón. Paco Amoroso Y Ca7riel son dos artistas que logran salir del estigma completamente injustificado que tienen los artistas del género urbano. Ambos hijos de estilos anteriores a las corrientes musicales de moda, pero insertados en la vanguardia musical occidental, con la mezcla como instrumento principal, acompañada de una estética que fluctúa entre lo retorcido y lo queer.

Texto por Diego Díaz

Fotos por Renata Vargas del show en Asunción el 22 de febrero

No se puede analizar a Ca7riel y a Paco sin mencionar su Tiny Desk, que fue el punto de inflexión que está marcando sus carreras, incluso mucho más que “Baño María”. Lo que pasó con su último material fue que se vio potenciado por su visita a la NPR y de ahí alcanzó la popularidad que su antecesor, “Paga Dios” - discazo también- no logró.

El Tiny Desk de Cato y Paco destruyó todo y vale comentar, al menos de pasada, que fue toda una experiencia para ellos porque habían llegado a Estados Unidos con problemas de salud e igual consiguieron realizar un show que los colocó en las grandes ligas. El formato en cierta manera comenzó a integrarse a la identidad del dúo y su banda, que varias personas que no conocían ni a los traperos ni al formato pensaron que el Tiny Desk era un vídeo único de los argentinos. 

En la última edición del Cosquín Rock en Córdoba, el dúo se presentó con una vestimenta similar a los cowboys norteamericanos, sentados en butacas, simulando la misma posición en la que se ubican en el Tiny Desk. El concierto fue brutal y el festival tuvo aditivos como Cato uniéndose a Los Piojos y toda la banda pogueando “Jijiji” durante la interpretación de Skay Beillinson y los Fakires. 

La performance sentada me llamó la atención, tal vez porque traté de buscarle muchas vueltas, sin embargo, cuando vinieron a Paraguay también hicieron lo mismo. Lo que me hizo pensar en que la integración del formato del Tiny Desk ya estaba convirtiéndose en abusiva y podía convertirse en un problema para ir pensando el futuro del proyecto. 

Socialicé mi comentario con gente con la que suelo hablar mucho de música y parcialmente coincidían con mi visión. Pasaron pocos días de la presentación en el Puerto de Asunción, que me encantó, y no me volví un hater ni nada por el estilo. Justo en esos días posteriores sale “Hashtag Tetas” y luego el shortfilm “Papota”. Me cerraron la boca. 

Probablemente en el próximo disco pueda aparecer alguna que otra referencia al Tiny Desk y mi análisis quedaría anulado. A riesgo de eso, soy de la idea de que “Papota” es la manera en la que Cato y Paco encontraron para darle un cierre a esta etapa de sus carreras. Lo hicieron como solo ellos saben hacerlo: utilizando el humor, el sarcasmo y una superficialidad incómoda que ejemplifica lo retorcida que puede llegar a ser la industria musical. 

El shortfilm es autocrítica anticipada a lo que a podría pasar si es que los artistas quedaban bloqueados con el éxito que alcanzaron. En el relato simulan una ruptura que es zanjada para mostrar que la amistad de Paco y Ca7riel no puede ser quebrada así nomás, aunque la recompensa sea un Latin Chaddy. En el disco “Baño María” superan el enamoramiento de una misma chica y en “Papota” le ganan a sus propios egos.

No quiero cerrar este escrito sin darle su lugar a los músicos del dúo, al fin y al cabo son ellos los que terminan dándole fineza al trap. Pude verlos dos veces, haciendo un jam en Mango Company un día antes del concierto, y fue una demostración química de virtuosismo y diversión. 

Anterior
Anterior

Día del Libro: ¿Qué leen los músicos paraguayos?

Siguiente
Siguiente

Benjamín Amadeo: “Pretendo seguir cantando hasta que me muera”