Berta Rojas: “A la vida le da sentido el servicio”

Con su hablar parsimonioso, pero con entusiasmo. Con su mirada tenue y un abrazo siempre para dar, Berta Rojas nos recibió para conversar sobre sus proyectos. Ya está en marcha la segunda edición de Instrumentoteca Toyota, la oportunidad para que los guitarristas clásicos jóvenes puedan acceder a instrumentos del más alto nivel.

Texto de Mavi Martínez y Edson Vázquez / Fotos de Renata Vargas

Berta Rojas en un momento especial para sacarse fotografías, algo a lo que accede con gracia y soltura.

Hablar con Berta, sin dudas, es un ejercicio de bajar cinco cambios, disminuir los decibeles y darle un respiro al ajetreado ritmo que nos tiene acostumbrados este estilo de vida asediado por los reels, las selfies y las respuestas inmediatas.

Conversando con la maestra, nos cuenta que con esta segunda edición de Instrumentoteca Toyota espera poder encontrar a los mejores guitarristas paraguayos y extranjeros residentes en Paraguay. También reveló que está orgullosa de los ganadores del concurso anterior y se declaró admiradora del progreso de todos ellos.

En ese contexto, la ganadora del Grammy Latino conversó con Sintonía y nos contó sobre cómo pretende aportar al mundo desde una visión colectiva. Apunta a promover y apoyar a artistas que sean incluso mejor que ella.

“Ahora es distinta la jugada”, dijo la maestra sobre esta edición, ya que la primera entrega del concurso les cedió los instrumentos a préstamo, pero ahora ellos podrán poseerlos. “Es un bien al que podés acceder, entonces muchos de los que no participaron esa vez, ahora quieren participar”, expresó, pensando en que la vara está aún más alta.

Para participar solo hay que mandar un video ejecutando una obra de libre elección, en la que demuestren su nivel técnico e interpretativo. El mismo debe ser grabado de manera casera, sin edición alguna, y subido al canal de YouTube del participante. Esto se podrá hacer hasta el 1 de octubre de 2024. Para complementar, hay que completar un formulario alojado en www.bertarojas.com/instrumentoteca.

La Instrumentoteca Toyota cuenta actualmente con siete guitarras de la marca Kohno Sakurai, fabricados por el luthier japonés Masaki Sakurai, y una guitarra del luthier de origen francés Jean Marie Fouilleaul.

Objetos preciados

Berta reflexionó alrededor de cómo un bien, como lo es una guitarra, puede cambiar por completo el rumbo de la historia de una persona, de una carrera. Pensó que, por ejemplo, los cantantes y los maestros de orquesta, no precisan un objeto como tal, ya que trabajan con otras funcionalidades de su talento, todos los demás músicos sí necesitan un objeto. “Ese instrumento termina siendo el que canaliza tu voz interior”, observó.

“Desde la edición anterior, en que pusimos las guitarras en manos de ellos, ví su progreso. Es alucinante lo que han crecido. Es alucinante también cómo saben usar sus redes sociales para mostrar su trabajo al mundo. Eso me pone muy contenta. Hicimos nuestra contribución y ahora espero con ilusión ver los videos”.

No obstante, pensó y afirmó que no esperan que sean muchos, porque entienden que la competencia ahora está en un alto nivel. “Sabemos que van a ser pocos, pero van a ser los mejores. Y ahí, con seguridad, va a estar lo mejor de la guitarra joven paraguaya”.

Eso lo dice ya internalizando el hecho de que tendrá la gran responsabilidad de elegir a los ocho ganadores, de entre unos doce que serán elegidos por la destacada maestra Elena Papandreou.

“Me voy a dar el enorme privilegio de escuchar y juzgar. Nunca quise ser jurado, no me gusta tanto, pero aquí sí quiero porque me parece que será un momento de gratificación especial. Será difícil, pero será bueno”, manifestó, y con una sonrisa pícara añadió que ella tiene ocho guitarras más en Boston.

Sueños colectivos

Berta es muy consciente de que no solo en la región estamos pasando momentos difíciles, sino en el mundo entero. Y ante esas dificultades, ella cree que la salvación posible es que podamos soñar de forma colectiva y contribuir cada uno como pueda, así como lo hace ella junto con un gran equipo.

“La empatía”, dice, como subrayando algo también esencial como condimento para sobrellevar estos días en comunidad. Se detiene y piensa antes de seguir hablando. “Si te das cuenta, hoy hablar de empatía es como hablar de algo lejano”, lamenta. Por eso, ella piensa en poder resonar con el otro y pensar “¿cómo le ayudo?”. “De repente tus medios son modestos, y de repente lo que la gente solo necesita es una palmada en la espalda, a veces con eso nomás ya es suficiente. Pero sí, creo que ese sueño que regamos entre todos es mucho más lindo”.

Es que Rojas sabe de batallas, de atravesar noticias que no siempre pueden ser las mejores. En medio de su vida, el aplauso también se supo transformar en voces de aliento, en abrazos compañeros, cuando le tocó enfrentar un cáncer.

“La verdad es que hay instancias que te ponen frente a frente con las peores verdades de la vida, tener un cáncer, por ejemplo. Son situaciones que te ponen a redefinir el sentido de tu vida. Se dice fácil, pero lo que envuelve es complejo. Ahí te das cuenta que todo lo que das a la humanidad, te retorna, pero te retorna reverdecido. Te retorna ampliado, mucho más hermoso de lo que vos entregaste, y esa es la lección que me deja la vida, que en la medida que yo doy, me vuelve, pero mucho más hermoso”.

Dice eso y no es fácil recuperarse de lo que uno acaba de escuchar. En medio del frenetismo de la vida uno se para frente a luchas de otros e intenta entender, empatizar, así como ella lo dijo. Berta, con sus años de carrera y toda clase de batallas ganadas, está ahí, firme pero tierna, con la delicadeza al interpretar y con la sonrisa en la punta de los labios, todo el tiempo. Recordándote que la vida es simple, aunque a veces los desafíos sean complejos. La mano amiga nos puede salvar. La comunidad.

“Creo que también a la vida le da sentido el servicio, el servicio primero a vos mismo y estar en comunión con tu ser y el universo, sin hacerle daño y protegiéndolo, y alineado al servicio y a la humanidad. Hacer nomás tu camino desde ahí, con calma. La vida no es una carrera, parece que si transito por ella va teniendo otro sentido”.

El abrazo de la amistad

¿Y qué mejor que la amistad para impulsar ese sueño? No solo en esta oportunidad sino durante casi toda su carrera, Berta ha contado con la amistad de los Toyotoshi. Esta vez Marcelo Toyotoshi, amigo personal de Berta desde hace años y presidente de la concesionaria Toyotoshi S.A., es el filántropo que está detrás de los grandes proyectos de la maestra.

Con su firma, es el impulsor de Instumentoteca Toyota. Su visión de un mundo mejor desde el trabajo honesto y constante, lo lleva a apostar por diversos espacios y proyectos de responsabilidad social y empresarial. Conversando con Sintonía, manifestó también su entusiasmo por poder promover la excelencia y profesionalismo de los guitarristas clásicos de Paraguay. Asegura que lograr un avance cultural del país es una tarea de todos los sectores.

“Como parte del grupo Toyotoshi, nuestro objetivo es un mejor Paraguay para todos. Por supuesto que hay muchísimo trabajo que todos tenemos que hacer para lograr esos grandes sueños. Paso a paso tenemos que hacer que se den las oportunidades, y no es un tema de un solo sector, privado o público, es una responsabilidad de todos quienes vivimos en Paraguay”, expresó.

Recordó que una vez Berta había expresado su deseo de volver a vivir en Paraguay, pero hoy como música no tienen esa oportunidad. “Como ella, muchos artistas tienen esas dificultades, y tenemos que hacer que se den las oportunidades para que los artistas puedan desarrollarse en su mismo país”.

“Todos debemos sumar un granito de arena para construir el castillo que queremos. Ayuda muchísimo que los artistas tengan gran desempeño internacional, ayuda a que más personas quieran seguir apostando al arte, a la música, la cultura, la educación, así ir construyendo ese país que tanto queremos”, reflexionó.

La importancia de la escucha

Para Berta, quien sabe de construir caminos palmo a palmo con sus semejantes, sabe también que escuchar a ese otro, que es parte del mismo mundo que habitamos, pero desde una escucha activa, es imprescindible. Es la única forma de construir sociedades más empáticas. Más aún en el caso de la docencia o en la música.

“Cuando vos trabajás en música de cámara, tenés que escuchar cuando el otro tiene algo para decir. Cuando tenés una línea que merece ser escuchada levantás el volumen, y si no, te acomodas al resto y escuchás”, planteó la guitarrista.

“Creo que el rol del docente es fundamentalmente escuchar, porque el chico tiene que poder expresarte lo que tiene adentro, y vos tenés que poder sintonizar dónde está él y ver qué pequeño aporte podés dar para no deconstruir lo que tiene construido y poder aportar algo que sume y no destruya”, afirmó, entendiendo que ejercer la docencia es un poder que conlleva una responsabilidad enorme, ya que muchos grandes maestros han inspirado las vidas de grandes artistas.

“Por eso el rol del docente comprometido con el crecimiento de su alumno es poder construir lo que ya tiene hecho sin destruir lo más mínimo de su voz y su confianza en sí mismo. Si un artista tiene su confianza intacta, tiene material para trabajar, si le destruiste no tenés nada”. Tajante y certera, Berta sabe que el camino es la delicadeza, porque la docencia es tener la confianza de otros en sus manos.

“Vos no tenés nada para competir con tu alumno. Ojalá toque mejor que vos, y si no, que toque distinto, por lo menos. Yo no quiero ninguna copia de mí”, dijo, mientras piensa en eso de inspirar, también como una responsabilidad que también se les atribuye a los artistas. “Pero ojalá la inspiración salga de tu propia cosecha creativa, vas a encontrar vos tu camino, en rebeldía, rebeldía con todo, ese es el espíritu de la juventud, no podés ser pasivo, digo yo”. 

Luego de los silencios, el sonido de lo bello

Así como fluye la vida, con sus ligerezas y sus momentos de correr, a veces, es donde Berta busca encontrar el equilibrio, su paz a través de las historias para contar con la música. “Hay momentos donde es importante que hables, y otros en que es mejor que te quedes escuchando, a menos que tengas algo importante para decir. Ese es un conflicto interno mío. Soy una persona que se guarda largos tiempos de silencio porque no tengo mucho para decir, o quizá porque estoy viajando hacia dentro y tendré luego algo para decir”.

En ese sentido deja abierta la puerta a la noticia de un disco nuevo que está preparando. “Es todo esto, solo que ampliado, es enorme, hermoso. Tengo muchas ganas de contar ya, pero quiero darle a este proyecto su momento. Hace un año que estoy trabajando en él. En agosto empiezo a grabar en Italia algunos tracks, porque voy a grabarlo en distintas partes del mundo. Va a contar historias muy lindas”, cierra sobre el trabajo que, afirma, contará con el “generoso apoyo de la Fundación Itaú”.

Berta sigue tomando su café, se arregla la ropa y nos saluda, con esa sonrisa que ilumina al igual que los rayos poderosos de su guitarra cada vez que la toma. Ella nos señala el camino, ese que sabemos lo debemos asumir con rebeldía.

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