Arroba Nat y una cirugía a corazón abierto

Como si una persona estuviera realmente acostada en la camilla de hospital y le estuvieran realizando una cirugía a corazón abierto, y de ese corazón salen sonidos y palabras de inexplicable y dolorosa belleza. Así es "todo pasa", el maravilloso álbum de la mexicana Arroba Nat.

Por Mavi Martínez

Una obra plagada de melancolía que entremezcla su voz profunda, reverberaciones, guitarras y sintetizadores, para recordarnos que el amor es ahí donde no duele. Un concepto que podría atravesar cualquier relación: de pareja, de amigos o de familia. Todo esto envuelto en texturas de brillante fantasía y también por momentos de oscuridad.

Este es un disco que te estruja, te desarma. Un disco que te destruye y te perfora el corazón, estira las heridas, las tira sal a propósito, para sentir a profundidad, tal como ella dice, "porque no tiene nada de malo" que pase también el dolor, pero para liberarlo, dejarlo pasar, soltar. 

En doce obras, la artista cuyo nombre es Natalia Díaz, oriunda de Zacatecas, nos invita a un trance, a perder el sentido del tiempo, pero a desarrollar los cinco sentidos. Al pasar de “intro” a “cansada de verte en todas partes” entendemos ya que es una obra que se teje de una canción a otra, creando así como una sinfonía indie folk rock en doce movimientos. Todas las piezas están enlazadas de una forma excepcional, como para nunca salirse del viaje emocional. 

Arroba Nat recurre a elementos sonoros que tocan directo esas fibras más íntimas, plasmando con guitarras y sintetizadores la melancolía más tenebrosa y dolorosa de una forma fantasmagórica. “todavía dueles” se sostiene solo sobre una guitarra baladista y su voz tierna pero sufrida, que mastica cada palabra como si de la última vez se tratara. También vamos notando a través de esta travesía que el álbum es claramente el fin de una relación y todo lo que esa tormenta conlleva. Tristeza, desolación, arrepentimiento, rabia, hasta llegar a la aceptación y entendimiento del amor propio, el paso final para ser libres. 

“la disculpa que nunca recibiré” y “cambios” se abren camino como flores luminosas y uno siente viajar en telares de seda imaginarios, como en un cielo que abraza, en busca de esa redención que está al final del túnel de la tristeza, ese que uno sabe que existe cuando ya no puede más. Estas obras son transiciones a eso, a la luz al final del túnel.

“contigo me siento en casa” recobra la ilusión de lo que fue, como un sueño lúcido del que uno un día despierta, para luego dejar asomarse a “todo pasa”, que entre una guitarra y distorsión nos lleva a bailar sobre la esperanza fuera del hoyo. 

“lo que no alcancé a decirte” irrumpe en la obra en clave de vendaval confesional, porque tal cual como lo dice su nombre son todas esas cosas que a veces uno no se anima a expresar por tantos motivos. Este es un audio de la artista sobre una base instrumental que sirve como de colchón celestial a palabras frágiles. 

“tenemos que hablar” empieza ya a explorar el optimismo desde el cansancio de esperar que las cosas que no funcionan lo hagan y “fecha de caducidad” confirma el hastío a través de un chamber pop brillante, como para contrarrestar la pesadez de la decisión y hacer que esta elección de caminos sea un poco más liviana, que ese vuelo se pueda concretar, pero de forma individual.

“despertar” y “tiempo a solas” son el alivio, el respiro, ese aliento que a veces cuesta recobrar luego de correr para ningún lado. Son un par de temas que acaban poniendo la firma de que todas esta obras conformaban una sinfonía moderna, teniendo en cuenta que a través de las piezas también aparecen elementos orquestales grandiosos, lo que hace aún más brillante toda la obra de Arroba Nat.

Al terminar la última canción uno puede quedarse en silencio, en una especie de trance o shock, mirando desenfocadamente a la nada y, como dice el meme, pensando en absolutamente todo. Pero lo que sí hace foco es el corazón, que con obras como esta entiende hacia dónde ir en momentos donde muchas veces no se sabe ni quién uno es.

Desde el álbum “Hasta la raíz”, de Natalia Lafourcade, no escuchaba un disco conceptual que describa e ilustre sonoramente, a la perfección, los estados de una ruptura y su posterior superación. “todo pasa” es uno de los mejores discos de amor propio de este año.

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