Mujeres que construyen desde el abrazo colectivo

¿Cómo sería si por fin le damos otro enfoque al Día de la Mujer Paraguaya? Porque en nuestro país las mujeres ganan sus espacios o generan el que necesitan. Aquí honramos el trabajo, esperando que el “sufrimiento” inherente a ser mujer paraguaya deje de ser norma. Menchi Barriocanal, Tana Schémbori y Berta Rojas, tres referentes mujeres, nos hablan sobre sus pensamientos del trabajo colectivo y de avanzar gracias a ese modo de ver la vida.

Por Mavi Martínez 

Mujer paraguaya. Cuántas veces hemos escuchado que se destaca a la mujer paraguaya como “kuña mbarete” (mujer fuerte) o la famosa “kuña guapa” (mujer guapa). Siempre que se menciona esto está ligado a una figura de mujer sufrida, sacrificada, que sale adelante a pesar de cualquier adversidad, porque muchas veces no le quedó otra salida que hacerlo todo sola. En un mundo ideal, tendría apoyo en vínculos fuertes familiares, de amistad y de una sociedad que piense distinto. 

Este día muchos discursos lastimosamente enaltecen esa figura del sufrimiento, como si fuera que sufrir es inherente a ser mujer paraguaya, es tener que dar siempre el 200%. Por supuesto que este texto no busca hacer apología al no trabajo o al no esfuerzo para lograr cosas, ya que claramente valoramos todo lo que la mujer ha construido, pero nada más escribimos esto con un deseo de que la mujer paraguaya también sea reconocida por sus logros más allá de que algo haya conllevado un sufrimiento en extremo. 

De hecho, si estamos hablando de un día de la mujer ya sea paraguaya o mundial, es por algo. Es porque siempre hay que hacer notar que también podemos, siendo que históricamente la mujer siempre pudo, es que solo se la hacía a un lado. Históricamente se desconfió de la capacidad de la mujer y se la relegó a roles de servicio, por eso históricamente la mujer fue cocinera, limpiadora. Sí, son profesiones de bien también y más que dignas, pero ¿por qué un rol debe estar relegado al género?  

Lastimosamente en estas fechas hay que recurrir a la insistencia de esa afirmación cliché de que podemos ser lo que queremos, pero la verdad es que en una cultura (mundo, país machista) no siempre podemos. Desde cocinera hasta jugadoras de fútbol, podemos ser lo que queramos sin que sea complicado. Por eso, en este día, es necesario hacer un doble subrayado a todas aquellas quienes se destacan en roles culturales, ya que es el área que nos compete desde Sintonía. 

En nuestro país las mujeres han entendido también que la mejor forma de hacer honor al trabajo es compartiéndolo y abriendo caminos. En Paraguay las mujeres no celebran sus éxitos solas, sino que la mayoría le da la mano a la otra, a su par, de cualquier generación. Por citar solo algunos ejemplos, tenemos a la guitarrista Berta Rojas, que más allá de sus logros siempre se muestra acompañada o apostando por la siembra de un semillero, con sus programas como Pu Rory, Jeporeka o Instrumentoteca. 

También están proyectos como Sorora, que realiza no solo festivales, sino que en un momento produjo videoclips; o el Mitakuña Rock Camp, que busca reivindicar los espacios sanos para infancias, intentando dar a las personas más pequeñas esos espacios seguros que quizás muchos no han tenido. Aclarando, por supuesto, que son algunos ejemplos, habiendo muchos y siendo no siempre tarea fácil citarlos todos. 

No podemos obviar nombres tan importantes en otros ámbitos, quienes también entienden que el conocimiento debe ser compartido en honor a seguir creando nuevas voces. Tenemos por ejemplo a Lia Colombino, quien también imparte talleres de escritura y desde su trinchera que es el Museo del Barro, sale a contagiar de su amor y su herencia maravillosa desde las artes visuales. O cineastas como Paz Encina, Aramí Ullón, Tana Schémbori, quien a medida que siguen formándose también extienden su sapiencia a través de talleres o escuelas, cada una desde su mirada. 

En el caso de las comunicaciones, una de las principales promotoras y defensoras de nuestros derechos (y también destacada cantante) es Menchi Barriocanal, quien utiliza su voz constantemente para salir a reivindicar lo que somos.

Así, con el paso del tiempo vamos notando que las mujeres, contra todo pronóstico, dan rienda suelta a su solidaridad, a su compasión, dejando de lado esa figura de sufrida, más bien buscando siempre la construcción de espacios, de vínculos sanos que ayuden a crecer al otro. Son mujeres que construyen desde el abrazo colectivo.

En esta oportunidad, pudimos tener las palabras de tres de estas mujeres, a quienes admiramos y reconocemos todos los días, ya que no es necesario un solo día para recordar que todos los seres humanos somos dignos de ser reconocidos por las loables labores en pos del crecimiento colectivo. Ellas han reflexionado sobre la importancia del trabajo en comunidad y la implicancia de esto en la sociedad.

Menchi Barriocanal

La lucha por nuestros derechos está marcada justamente y de manera inexorable por la participación  colectiva de las mujeres. Recordemos  el mismo origen de la celebración  del día de la mujer paraguaya aquel 24 de febrero de 1867 y ya en plena guerra grande, cuando reunidas en asamblea, las mujeres hicieron uso de su derecho a expresarse y a participar de la vida pública y política del pais,reconociéndose por primera vez entre ellas como conciudadanas. La lucha por nuestros derechos tiene su fundamento y su fuerza en esa construcción colectiva. Todos los derechos han sido reconocidos a partir de las luchas colectivas. Y esa legitimidad ¡solo nos puede permitir seguir avanzando!

Berta Rojas

Tender puentes nos permite transitar por ellos facilitando el viaje de ida y vuelta. Así también es la vida, un boomerang que nos retorna lo que le entregamos en forma de solidaridad, de amor, de paciencia, de empatía. para que todo vuelva como una brisa fresca que nos renueva el aire… También cuando entregas lo opuesto…

Supongo que en la desnudez de la muerte será bueno asumir que no te perdiste soles ni lunas y que en tu viaje tocaste al menos un alma y la nutriste de amor. Y si despertaste en alguien las ganas de ser mejor persona, aunque sea por un instante, quizás haya valido la pena. Quizás la construcción colectiva no sea sino eso: una búsqueda hacia adentro y desde ahí irradiar lo bueno que encuentres dentro tuyo…

La ausencia de liderazgos positivos desde hace tanto tiempo me hace añorar esto. Qué ganas de escuchar a alguien que siembre en mí la ilusión de un mundo mejor. Fíjate si este deseo no suena lejano y hasta fuera de contexto.

“Tener más” es la premisa de vida de este tiempo. Lástima que pelear el eterno vacío que esa misma premisa genera hace que pase la vida llena de ruido y … sin música. 

Tana Schémbori

El cine no se puede concebir sin lo colectivo, el cine de por sí implica un trabajo en equipo, dependemos absolutamente de todo el mundo. Siempre decimos con Juanca, dependemos de los productores, de los que hacen posible día a día el rodaje, de los técnicos, de vestuario, de dirección de arte, de catering y ya en el proceso final de la posproducción. Es de por sí un trabajo colectivo y es la única manera que tenemos de construir nuestro cine, nuestro audiovisual.

Creo que eso impacta en la sociedad de muchas maneras al ser un hecho cultural como el teatro, el cine, las artes en general, yo siempre hablo de un valor intangible que nos deja a la sociedad como mirar la vida de otra manera, siempre digo el arte salva a la sociedad, salva a los individuos y el cine aparte de eso intangible que es la identidad, de vernos en pantalla, escucharnos, es como el espejo de una sociedad para nosotros mismos y para el mundo.

En lo tangible es que el cine y las industrias culturales son un negocio, se vive de eso, con nuestra escuela con Juanca, buscamos dignificar el trabajo del actor, del guionista, del director, que son las bases de una película y de una obra de teatro, dignificar eso. No es un hobbie. Siempre es “búscate una profesión” y esta es una profesión y va generando cada vez más puestos de trabajo en distintos sectores, y se va convirtiendo en una industria que va generando sus ingresos.

Entonces por un lado hay un impacto intangible que tiene que ver con lo cultural, con la identidad, con quiénes somos, y en lo tangible con una industria nueva que va generando ingresos y aportando al país.

De paso, te compartimos una playlist con música hecha por mujeres paraguayas:

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